jueves, 9 de diciembre de 2010

CAPILLA SIXTINA

La Capilla Sixtina es uno de los más famosos tesoros artísticos de la Ciudad del Vaticano. Fue construida entre 1471 y 1484, en la época del papa Sixto IV, de donde procede el nombre por el que es conocida, aunque inicialmente se llamó Capilla Palatina. Su arquitecto fue Giovanni d’Dolci siguiendo los modelos de las antiguas plantas basilicales romanas las cuales por su parte se inspiraban estructural y arquitectónicamente en antiguos edificios griegos como el Concejo del Ágora ateniense.
Es conocida en todo el mundo no sólo por ser la sala en la que se celebra el cónclave y otras ceremonias oficiales (como las coronaciones papales), sino sobre todo por sus murales pintados por Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel). Se encuentra a la derecha de la Basílica de San Pedro, después de la Scala Regia (‘Escalera Real’), y originalmente servía como capilla al interior de la fortaleza vaticana.
La capilla es de forma rectangular y mide 40.93 m de longitud por 13.41 de anchura (las dimensiones del Templo de Salomón según el Antiguo Testamento). Su altura es de 20.7 m.

ESCUELA DE ATENAS

La pintura de Rafael alcanza un grado sublime en esta obra, posiblemente la más famosa. Cuando el espectador contempla el fresco se introduce en el mundo clásico y aprecia el movimiento de los diversos personajes pintados, obteniendo un insuperable resultado.
La Escuela de Atenas simboliza la Filosofía. Una idea renacentista e inconcebible un siglo antes, como fue el redescubrimiento de la filosofía de Platón. Las Ideas de este Maestro se difundieron en Florencia gracias a la Academia platónica de Ficino. El pensamiento de Platón fue relegado al olvido durante la edad media, al igual que cualquier forma de libre pensamiento. Hasta la llegada de Ficino sólo se conocía una obra de Platón "El Timeo".

Rafael ha introducido la escena en un templo de inspiración greco-romana, posiblemente siguiendo los proyectos de Bramante para la basílica vaticana, enlazando con la idea del Templo de la Filosofía evocado por Marsilio Ficino. Las figuras se sitúan en un graderío, formando diversos grupos presididos por los dos grandes filósofos clásicos: Platón, levantando el dedo y sosteniendo el "Timeo", y Aristóteles, tendiendo su brazo hacia adelante con la palma de la mano vuelta hacia el suelo con su "Ética" sujeta en el otro brazo, el idealismo y el realismo. Ambos personajes dialogan y avanzan ante un grupo de figuras que forman un pasillo.
El tríptico de San Juvenal era una obra desconocida de Masaccio, no mencionada por su biógrafo Giorgio Vasari, que fue descubierta en 1961. La pintura se compone de tres tablas: la central representa a la Virgen con el Niño, flanqueados por dos ángeles; en los paneles laterales aparecen parejas de santos: San Bartolomé y San Blas en el de la izquierda, y San Juvenal y San Antonio Abad en el de la derecha. En la tabla central figura la inscripción que ha permitido datar la obra: ANNO DOMINI MCCCCXXII A DI VENTITRE D’AP[RILE]. La composición está construida de acuerdo con las leyes de la perspectiva: las líneas de fuga del pavimento de los tres paneles convergen en un punto de fuga central, representado por la mano derecha de la Virgen, que sostiene los pies del Niño.